El Divorcio...

A nadie quiero le pase,

eso que a mí me pasó,

pero si a alguno la muerte

a un ser querido se llevo,

le quitó mujer e hijo,

es igual al divorcio del que hablo yo.

Nadie quiere hablar

de esta experiencia,

unos para no llorar,

y otros por su conciencia.

Pues la culpa y la vergüenza,

roban la esperanza;

sentimos que el peso de la balanza

de nuestros errores y pecados

nos condenan a una vida,

en que la pena

aunque creamos cruel y pasajera

es nuestra fiel compañera.

Yo tenía mujer,

hijo, un hogar ganado,

se acabo de repente,

solo en mi mente,

en un tiempo recordado,

presente de lucha

por olvidar el pasado.

Hoy recuerdo arrepentido

las caricias que no di,

las flores que no compré,

y el beso que no dí

en esa boca amada,

que a mi hijo besaba.

No vale estar arrepentido,

cuando está todo perdido;

y aunque culpemos al otro,

todos hemos perdido.

Escuchar todo lo que las personas dicen:

¿Y no era que eran muy felices?

¿Su hijo, qué mal les hizo?,

¿no era que lo amaban?,

¿cómo es que pudieron

destrozarle su morada?;

¿hasta qué puntos cegados

por su egoísmo estaban?

¿Cómo le explicarán ahora

que papá ya no está más

y que a dormir no volverá?.

¿De qué sirve llorar?

si nada puede compararse al hogar.

Diras que las cosas pasarán,

creyendo que tus problemas acabarán

La culpa te atormentara,

porque nada puede igualarse

aquella ilusión que formaste,

aunque a otras tu abraces.

No creas que te hablo,

sin tener algo de razón.

y se que muchos dirán

que terminar es la solución,

te confieso, con dolor,

que lo único que rompemos

es a nuestro pobre corazón.

<<ADAS>>